UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA EQUINOCCIAL
FACULTAD DE ARQUITECTURA, ARTES Y DISEÑO
ARQUITECTURA
NOMBRE: MICHAEL GARCÍAFECHA: 2014 - 10 - 15
MSC. SABINA PAREDES
ARTISTAS DEL RENACIMIENTO
Leonardo da Vinci
Nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina (que se casó poco después con un artesano de la región), y de Ser Piero, un rico notario florentino. Italia era entonces un mosaico de ciudades-estados como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo el poder de los príncipes o el papa. El Imperio romano de Oriente cayó en 1453 ante los turcos y apenas sobrevivía aún, muy reducido, el Sacro Imperio Romano Germánico; era una época violenta en la que, sin embargo, el esplendor de las cortes no tenía límites.
A pesar de que su padre se casó cuatro veces, sólo tuvo hijos (once en total, con los que Leonardo acabó teniendo pleitos por la herencia paterna) en sus dos últimos matrimonios, por lo que Leonardo se crió como hijo único. Su enorme curiosidad se manifestó tempranamente, dibujando animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relata cómo el genio de Leonardo, siendo aún un niño, creó un escudo de Medusa con dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó con él por sorpresa.
Consciente ya del talento de su hijo, su padre lo autorizó, cuando Leonardo cumplió los catorce años, a ingresar como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, en donde, a lo largo de los seis años que el gremio de pintores prescribía como instrucción antes de ser reconocido como artista libre, aprendió pintura, escultura, técnicas y mecánicas de la creación artística. El primer trabajo suyo del que se tiene certera noticia fue la construcción de la esfera de cobre proyectada por Brunelleschi para coronar la iglesia de Santa Maria dei Fiori. Junto al taller de Verrocchio, además, se encontraba el de Antonio Pollaiuollo, en donde Leonardo hizo sus primeros estudios de anatomía y, quizá, se inició también en el conocimiento del latín y el griego.
Obras
La Gioconda
En el arte occidental, se puede decir que no hay ninguna obra más famosa que la pintura de Leonardo da Vinci del retrato de Lisa Gherardini, llamado Mona Lisa (Mona es una abreviatura del italiano Madonna, señora), hija de un fabricante de lanas florentino llamado Antonio Gherardini. A su muerte, la muchacha habría sido prometida al hijo menor de Lorenzo el Magnífico, pero al huir el clan de los Médicis ante la invasión francesa, la joven se habría quedado sola y embarazada. En tan adversas condiciones, Lisa Gherardini habría aceptado desposarse con Francisco Giocondo, un hombre de mucha más edad que ella a quien debería el sobrenombre de la Gioconda. Sin embargo, son innumerables las teorías a este respecto; muchos creen que el retrato no se basa en un único modelo, sino en la suma de varios.
Leonardo da Vinci - San Juan Bautista
Leonardo da Vinci - Virgen del clavel
Miguel Ángel Buonarroti
Nació el 6 de marzo de 1475 en Caprese, cerca de Arezzo. Hijo de Ludovico Buonarroti, oficial florentino al servicio de la familia Medici, que colocó a su hijo cuando contaba 13 años de edad en el taller del pintor Domenico Ghirlandaio. Dos años más tarde se sintió atraído por la escultura en el jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia para estudiar las estatuas antiguas de la colección de los Medici.
Conoció a los Medici más jóvenes, dos de los cuales llegaron a ser papas (León X y Clemente VII); y también a humanistas como Marsilio Ficino y a poetas como Angelo Poliziano. Con 16 años, ya había realizado al menos dos esculturas en relieve, el Combate de los lapitas y los centauros y la Virgen de la Escalera (ambas fechadas en 1489-1492, Casa Buonarroti, Florencia). Su mecenas, Lorenzo el Magnífico, murió en 1492; dos años después abandonó Florencia. Durante una temporada se estableció enBolonia, donde esculpió entre 1494 y 1495 tres estatuas de mármol para el Arca de Santo Domingo en la iglesia del mismo nombre. Después, viajó a Roma, donde estudió las ruinas y estatuas de la antigüedad clásica que por entonces se estaban descubriendo.
Paralelamente a su trabajo como escultor, tuvo la oportunidad de demostrar su pericia como pintor al encomendársele un fresco para el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio, la Batalla de Cascina, frente a otro encargado a Leonardo da Vinci sobre la Batalla de Anghiari. Ninguno de los dos artistas llevó a cabo su cometido sólo se realizó un dibujo preparatorio sobre cartón a escala natural. En 1505 interrumpió su trabajo en Florencia al ser llamado a Roma por el papa Julio II para realizar dos encargos. El más importante de ellos fue la decoración al fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina, que le tuvo ocupado entre 1508 y 1512, 24 años antes de comenzar, en 1536, el Juicio Final. Pintando en una posición forzada, acostado de espaldas al suelo sobre un elevado andamiaje, plasmó algunas de las más exquisitas imágenes de toda la historia del arte. Sobre la bóveda de la capilla desarrolló nueve escenas del Libro del Génesis, comenzando por la Separación de la luz y las tinieblas y prosiguiendo con Creación del Sol y la Luna, Creación de los árboles y de las plantas, la Creación de Adán, Creación de Eva, El pecado original, El sacrificio de Noé, El Diluvio Universal y por último La embriaguez de Noé. Enmarcando estas escenas principales que recorren longitudinalmente todo el cuerpo central de la bóveda, se alternan imágenes de profetas y sibilas sobre tronos de mármol, junto con otros temas del Antiguo Testamento y los antepasados de Cristo.
Obras
El David
El David, el “héroe” del Antiguo Testamento aparece representado como un joven atleta desnudo, con una mirada retadora buscando a su enemigo, Goliat.Miguel Ángel lo creó con sólo 23 años de edad y a partir de un único bloque de mármol de Carrara que según los historiadores “estaba lleno de defectos”, hasta el punto que había sido desechado por dos conocidos artistas de la época, Agostino di Duccio y Antonio Rosellino.Miguel Angel dejó una frase para la ocasión: “Como David ha defendido a su pueblo, así quien gobierna Florencia debe justamente defenderla y gobernarla con justicia “.
La intensa y penetrante mirada, la fuerza expresiva que emana del rostro del David es, junto con la escultura del Moisés, realizada posteriormente, el mejor ejemplo de la terribilitá. La escultura describe a David en el momento en que se prepara para lanzar la piedra para herir a Goliat en la frente.
El David es la escultura más simbólica de Florencia como lo es la Piedad en Roma. Fué colocada en un principio en la Plaza de la Señoría, frente al Palazzo Vecchio, sede del Ayuntamiento de la ciudad.
Su emplazamiento original en 1503, en Florencia, se decidió por una comisión de artistas encargados de elegir la adecuada ubicación del David de Miguel Angel (1475-1564): Leonardo da Vinci (1452-1516) y Sandro Botticelli fueron miembros de este comisionado.
La Creación de Adán
La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Génesis en el cual Dios le da vida a Adán, el primer hombre (según la tradición bíblica). Cronológicamente es el cuarto de los paneles que representan episodios del Génesis en el techo de la capilla, fue de los últimos en ser completados y es una de las obras de arte más apreciadas y reconocidas en el mundo
Rafael Sanzio
(Raffaello Santi o Sanzio; Urbino, actual Italia, 1483 - Roma, 1520) Pintor y arquitecto italiano. Sus obras representan el paradigma del Renacimiento por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la composición y la perspectiva.
Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de la época y en el arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael contaba once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años trabajaba ya como artista independiente.
No se conoce con exactitud qué tipo de relación mantuvo Rafael con Perugino, del que unos lo consideran discípulo y otros socio o colaborador. Sea como fuere, lo cierto es que superó rápidamente a Perugino, como se desprende de la comparación de sus Desposorios de la Virgen con los de este último. Desde 1504 hasta 1508, trabajó fundamentalmente en Florencia, en donde recibió la influencia del arte deLeonardo da Vinci y Miguel Ángel.
De entre sus obras de este período (El sueño del caballero, Las tres Gracias), las más celebradas son sus variaciones sobre el tema de la Virgen y la Sagrada Familia. Los personajes sagrados, dotados de cautivadores toques de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de paisajes sencillos y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael da muestras de su inigualable talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas religiosos. Su maestría en la composición y la expresión y la característica serenidad de su arte se despliegan ya en plenitud en la Madona del gran duque, La bella jardinera o La Madona del jilguero, entre otras obras.
Obras
San Sebastian
Imagen sagrada destinada a la devoción privada es reconocida como obra de Rafael al inicio del periodo florentino. El cuadro presenta ligeras variaciones en relación con los motivos de Perugino. En esta pintura las graciosas posturas peruginescas y la brumosa transparencia del color característico de Francesco Francia, se fusionan de tal modo que indica claramente la presencia de Rafael. Su habilidad para componer formas claras y equilibradas se hará típica desde esta obra en adelante, lo mismo que la discreta y armoniosa destilación de los elementos formales de otros pintores en la visión clara y serena que parece característica de su temperamento artístico.Sebastián sostiene una flecha, el símbolo de su martirio, con el dedo meñique elegantemente alzado. Luce una magnífica capa roja y una camisa bordada de oro, con el cabello elegantemente peinado, no hay nada en esta figura que recuerde los tormentos que sufrió San Sebastián por su fe. Es una obra temprana típica, unánimemente atribuida a Rafael y, en su belleza ornamental y tono elegíaco, recuerda mucho a las obras de Perugino. El paisaje y el aspecto femenino de San Sebastián son influencia de Perugino, pero la mano emergente con la flecha hace pensar en un conocimiento de Leonardo. La construcción de la imagen en elipses entrecruzadas es totalmente rafaelesca.
San Miguel
San Miguel (en italiano San Michele e il drago) es una pintura del artista del Alto Renacimiento italiano Rafael Sanzio, que data alrededor de 1501. Es una pintura al óleo sobre tabla, con unas dimensiones de 31 centímetros de alto y 27 cm. de ancho. Se conserva en el Museo del Louvre de París, Francia. No debe confundirse con otro San Miguel, también de Rafael, que se conserva en el mismo museo y que data del año 1518.
En un paisaje desolado con la silueta de una ciudad ardiendo en la distancia, San Miguel acaba de aplastar contra el suelo al Demonio y va a matarlo con un golpe de su espada. Los monstruos que se arrastran desde todos los lados son reminiscencia de los creados por Hieronymus Bosch, mientras que las figuras del centro recuerdan a las del Inferno del poema épico de Dante la Divina Comedia. A la izquierda están los hipócritas, con armaduras de plomo, condenados a seguir su tortuoso camino, mientras que a la derecha están los ladrones, atormentados por serpientes.
Sandro Botticelli
(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 - id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.
Uno de ellos fue Filippo Lippi, maestro e inspirador de la obra de Botticelli. Éste comenzó su trayectoria artística con obras de temática religiosa, en particular vírgenes que, como la Virgen del Rosal, denotan un gran vigor compositivo.
En 1470, Botticelli, que contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.
Fue toda una novedad en aquella época realizar obras de gran formato que no fueran de temática religiosa, y ello se debió seguramente a la vinculación del mecenas con la filosofía neoplatónica, cuyo carácter simbólico debían reproducir las obras encargadas. De ellas se han realizado interpretaciones de enorme complejidad, que van mucho más allá de su gracia evocadora.
A la misma época corresponden también La adoración de los Reyes Magos y el Díptico de Judit, obras igualmente emblemáticas. El hecho de que en 1481 fuera llamado a Roma para decorar al fresco la Capilla Sixtina junto con otros tres grandes maestros, hace suponer que ya gozaba de un gran prestigio. A su regreso a Florencia realizó obras, como la Natividad mística, más solemnes y redundantes, probablemente influido por la predicación tremendista de Savonarola. Se le deben también bellísimos dibujos para un manuscrito de la Divina Comedia de Dante.
Eclipsado por las grandes figuras del siglo XVI italiano, Botticelli ha permanecido ignorado durante siglos, hasta la recuperación de su figura y su obra a mediados del siglo XIX. Su estilo se perpetuó en cierto modo a través de los artistas formados en su taller, entre ellos el hijo de Filippo Lippi, Filippino Lippi.
Obras
La calumnia de Apeles
Esta obra se produjo después de la caída de los Médicis, en plena época de la República. Se considera que es fruto del ambiente religioso que dominó Florencia durante la época de dominio de Savonarola.
Savonarola fue un predicador religioso que se convirtió en líder de la ciudad, estableciendo una República que condenaba a todo aquello que representaban los Médicis tanto los objetos de lujo como los cuadros pintados por Botticelli.
Debido a esta situación el pintor se vio obligado, por su ferviente religiosidad, a abandonar la pintura como vanidad terrenal, y en sus últimas obras se siente la influencia del clima de crisis política y religiosa.
Volviendo al cuadro en si, se basa en una descripción literaria sobre una pintura de Apeles, pintor de la antigüedad, descrita por Luciano de Samosata en uno de sus Diálogos y mencionado en el tratado de Alberti, que aludía a la falsa acusación, de la cual fue víctima Apeles, al que un rival acusaba de haber conspirado contra Tolomeo Filopator.
Incluye diez figuras: a la derecha del espectador, el rey Midas, el Juez malo, es entronizado entre la Sospecha y la Ignorancia, representadas como mujeres de rostros crispados que están susurrándole malos consejos a sus orejas de asno. El trono está sobre un podio decorado con relieves en grisalla. Ante este Juez se encuentra una figura masculina, con hábito de monje, en quien se cree ver representado el Rencor (o la Envidia o la Ira) que conduce a una joven (la Calumnia) a la que están adornando los cabellos la Envidia y el Fraude. La Calumnia, indiferente a cuanto sucede, arrastra a la víctima, un hombre prácticamente desnudo que junta las manos en ademán de pedir clemencia. A la izquierda está la Penitencia, vestida de negro con ropa pesada y andrajosa, que se vuelve hacia la figura que está desnuda detrás de ella. Este último personaje es la Verdad desnuda que resplandece, señalando al cielo con el dedo.
El nacimiento de Venus
No de los cuadros más famosos representan, no una leyenda cristiana, si no un mito clásico: El Nacimiento de la Venus. Los poetas griegos y romanos fueron conocidos a lo largo de todo el medioevo, pero solamente en la época del Renacimiento, cuando los italianos trataron de recuperar la primitiva gloria de Roma, tales mitos se hicieron populares entre la gente instruida. Para ésta, la mitología de los tan admirados griegos y latinos era algo más que un alegre y delicioso cuento de hadas. Estos hombres estaban tan convencidos de la superior sabiduría de los antiguos creían que todas las leyendas clásicas debían de contener alguna verdad misteriosa y profunda. La persona que encargó este cuadro a Botticelli para su casa de campo fue un miembro de la rica y poderosa familia Médici. Fue gracias a la Adoración de los Magos, que pintó en 1475 para Santa María Novella, llamó la atención de ésta familia tan poderosa, que rápidamente emplearon su talento. Comenzó a trabajar para ellos pintando un estandarte para el torneo de Juliano de Médici, ensalzado por Poliziano en sus Stanze. Sus contactos repetidos con esta familia fueron sin duda alguna, útiles para garantizarle protección política y crear las condiciones ideales para la producción de sus numerosas obras maestras.
La primavera es obra realizada hacia 1478 para la casa de Lorenzo di Pierfrancesco de Médici en la ciudad de Florencia. El nacimiento de Venus fue un encargo posterior, de otra persona para un lugar diferente, aunque a fines de siglo estas dos pinturas estuvieran juntas.
Se convirtió en el máximo intérprete del neoplatonismo de la época, con su fusión de temas cristianos y paganos y su elevación del esteticismo como un elemento trascendental en el arte. Para dar forma a esta nueva visión del mundo, Botticelli opta por la gracia; esto es, la elegancia intelectual y exquisita representación de los sentimientos.
Tiziano
(Pieve di Cadore, actual Italia, h. 1490-Venecia, 1576) Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó durante los últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era un anciano venerable e inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total seguridad que nació en 1490 y que murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años. Recibió su primera formación en el taller de Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para integrarse en la escuela de Giorgione.
La concepción poética de la pintura de éste dejó una profunda huella en Tiziano, como resulta evidente en todas sus obras de juventud, y muy especialmente en la enigmática alegoría Amor sagrado y amor profano, lienzo con el que se consagra ya como un maestro del desnudo femenino, además de manifestar un talento natural en la plasmación del paisaje. Con anterioridad había colaborado con Giorgione en la realización de los frescos de la fachada del Fondaco dei Tedeschi y había realizado en Padua los Milagros de san Antonio para la Scuola del Santo. No tardó en convertirse en el artista más importante de Venecia y fue nombrado, en consecuencia, pintor oficial de la República.
Aunque sus obras más conocidas y admiradas en el presente son las de tema alegórico y mitológico, el artista comenzó la parte más brillante de su carrera con una serie de retablos de colores fuertes y contrastados y figuras poderosas, como La Asuncióno el Retablo Pesaro para Santa Maria dei Frari. Son obras de composición enérgica que muestran una gran vitalidad. Los mismos esquemas dinámicos se repiten en las obras mitológicas de este período, como La bacanal o Baco y Ariadna. Por entonces, Tiziano se reveló también como un gran retratista, con obras como el llamado Ariosto, en las que establece un esquema nuevo: el protagonista aparece reproducido de medio cuerpo, con las manos visibles y unos rasgos reales pero idealizados, captados en ocasiones por medio de un golpe de intuición.
Hacia 1530, perdió a su esposa, y seguramente como consecuencia del impacto emocional que ello le causó, su estilo pictórico evolucionó hacia composiciones menos dinámicas, más pausadas, y hacia colores mucho más claros y complementarios en lugar de contrastados. Por entonces, la fama del pintor llegaba a todas las cortes europeas, lo que le permitió recibir encargos de Carlos I de España y Francisco I de Francia, monarcas a los que retrató en obras magistrales. Después del primer retrato de Carlos I, el emperador quedó tan entusiasmado con el arte de Tiziano que lo nombró pintor de la corte. También los príncipes italianos solicitaron sus servicios, y así para el duque de Urbino pintó la famosa Venus de Urbino, de una sensualidad nueva en el arte del Renacimiento.
En 1545-1546, Tiziano, que sólo había abandonado Venecia en 1511 para trabajar en Padua, realizó un viaje a Roma, que supuso el punto de partida hacia un nuevo tratamiento del color a base de pinceladas largas y atrevidas, y de manchas y toques que deshacen las formas y dan una apariencia ligera y agradable a las pinturas, lo cual esconde el gran trabajo subyacente. Entre 1548 y 1562 fue reclamado por Carlos I y luego por su hijo Felipe II, para quien, además de retratos, realizó una serie de cuadros de tema mitológico denominados por el propio pintor «poesías» por su carácter idílico y distante.
Su última obra documentada es la Piedad de Venecia, que presenta ciertas afinidades con el manierismo. La grandeza de Tiziano como pintor, su fama de artista inimitable y la gran influencia que ejerció sobre sus coetáneos y sucesores contrastan con su carácter de hombre avaricioso, que siempre se quejaba de ser pobre pese a las grandes riquezas que había acumulado, y que se servía en ocasiones del engaño para obtener ventajas.
Obras
La Asunción de la Virgen
La Asunción de la Virgen es un cuadro del pintor renacentista italiano Tiziano. Fue acabada en 1518. Se trata de un óleo sobre madera de gran tamaño, pues alcanza los 6,90 metros de alto y 3,60 m de ancho. Se encuentra en la Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, de Venecia, Italia.
Baco y Ariadna
Baco y Ariadna es un lienzo al óleo de Tiziano, pintado alrededor de 1520-23. Es una de un ciclo de pinturas de temas mitológicos producidos para Alfonso I de Este, el Duque deFerrara, para el Camerino d'Alabastro, una habitación privada en su palacio de Ferrara decorada con pinturas basadas en textos clásicos. Se le dio un adelanto a Rafael, quien originariamente recibió el encargo para el tema de un Triunfo de Baco. Cuando murió Rafael en el año 1520, sólo se había completado un esbozo preliminar y el encargo entonces pasó a Tiziano. En el caso de Baco y Ariadna, el tema deriva de los poetas romanos Catulo y Ovidio.
La pintura, considerada una de las obras maestras de Tiziano, se encuentra actualmente en la National Gallery de Londres. Las otras grandes pinturas en el ciclo son El festín de los dioses (en gran medida obra de Giovanni Bellini, hoy en la Galería Nacional de Arte de Washington DC), Bacanal de los Andrios y La ofrenda a Venus.
Giotto
(Giotto di Bondone; Colle di Vespignano, actual Italia, 1267-Florencia, 1337) Arquitecto y pintor italiano. Fue el primer creador italiano en superar las tendencias bizantinas de la pintura de su tiempo y explorar unas orientaciones que acabaron por desembocar en la gran revolución artística del Renacimiento.
Giotto
Existen discrepancias en cuanto a sus orígenes y su formación, pero parece seguro que se formó con Cimabue, en cuya tradición iconográfica se inscriben algunas de sus creaciones, como el Crucifijo de Santa Maria Novella, donde la figura de Cristo está dotada de un sentido humano más profundo que en su maestro. La obra más antigua que se le atribuye son los frescos de la iglesia superior de Asís, en concreto la Historia de san Francisco, si bien esta atribución constituye uno de los problemas más debatidos de la historia del arte. Está documentada con seguridad la presencia de Giotto en Asís hacia 1290, pero existen demasiadas diferencias estilísticas entre esta obra y otras asignadas con seguridad al maestro.
En 1304 Giotto se trasladó a Padua para pintar los frescos que la familia Scrovegni le encargó en una capilla de su propiedad. Los frescos de esta capilla, denominada de los Scrovegni o de la Arena, son los únicos que se asignan con certeza al maestro. Incluyen un Juicio Final (muro oeste), una Anunciación(arco del presbiterio) y escenas de la Vida de la Virgen y de la Pasión de Cristo (muros restantes), bajo los cuales figuran personificaciones de virtudes y vicios pintadas en grisalla con objeto de crear efectos de relieve.
La obra en su conjunto denota una nueva concepción de la pintura por la atención que presta el artista tanto a la creación de efectos de perspectiva como a la unificación del espacio, que acierta a integrar las figuras con los elementos arquitectónicos que les sirven de marco. Realza la solemnidad y el dramatismo que impregnan estas escenas el empleo de colores puros y matizados.
Desde la finalización de la capilla de Padua hasta el comienzo de su otra gran obra al fresco, Giotto se ocupó en realizaciones de orden menor, como laMadonna de Ognissanti y el Crucifijo del templo Malatestiano de Rímini. A partir de 1317, el maestro trabajó en Florencia, en la decoración de dos capillas de la iglesia de la Santa Croce; las escenas de la Vida de san Francisco pintadas en la capilla Bardi anuncian los ideales pictóricos del Quattrocento; los frescos sobre la Vida de san Juan Bautista en la capilla Peruzzi anticipan las conquistas espaciales de Masaccio.
Con posterioridad, Giotto trabajó para Roberto de Anjou, en Nápoles, y para los Visconti, en Milán. Pero la obra más relevante de los últimos años de su vida fue el campanile de la catedral de Florencia, del que trazó los planos y comenzó la construcción. El arte profundamente innovador del maestro no dejó indiferentes a sus coetáneos, y ya en su tiempo gozó de una fama inmensa. Figuras de su época como Dante o Boccaccio lo elogiaron, y muchos discípulos perpetuaron sus conquistas hasta finales del siglo XIV, aunque se considera que sus verdaderos epígonos artísticos fueron Masaccio y Miguel Ángel.
Obras
Prendimiento de Jesus
En esta obra lo mas representativo es el beso de judas,que fue cuando éste entrego a Jesús a los romanos.Conocedor de la importancia del acontecimiento,Giotto le dio un lugar destacado.El resto de los personajes reflejan su confusión y el dramatismo de la escena.El núcleo argumental destaca por la tensión que reflejan los protagonistas.A la izquierda se representa a Pedro cortándole la oreja a Malco,mientras que fariseos y soldados con sus armas comienzan el enfrentamiento al fondo y a la derecha.
La resurreccion de Lazaro
Uno de los episodios mejor conseguidos en los frescos de la capilla Scrovegni, es la Resurrección de Lázaro. Giotto ha creado un paisaje de naturaleza para componer una imagen de gran fuerza expresiva. El motivo principal se sitúa a la izquierda de la escena, la figura hierática de Cristo que, en su contundencia plástica y su serena actitud, alza su brazo para la resucitar a Lázaro. La contenida acción de Jesús nos lleva al otro centro argumental, el momificado Lázaro en el extremo derecho. Completan el episodio los diferentes personajes que asisten al milagro, que destacan por la expresividad de sus reacciones. Mientras que Cristo se muestra inmóvil y enérgico en su actitud, el resto de acompañantes se presentan asombrados ante el acontecimiento: unos se miran entre sí sorprendidos, otros no pueden creer lo que están viendo, algunos vuelven su rostro asustados, tres mujeres se arrodillan ante el Salvador... Un detalle interesante es el que figura en el extremo inferior derecho, también de gran fuerza plástica, que ayuda a la sensación de espacio: dos hombres sostienen en sus manos la puerta del sepulcro, en posición oblicua y expresando el esfuerzo por el peso de la piedra.
Pietro Perugino
Nació en 1446 en Città della Pieve, Umbría. Uno de los maestros del Quattrocento, se formó en Florencia, en el taller del escultor y pintor Andrea del Verrocchio, donde coincidió alguna vez con Botticelli. Sus primeras obras son poco conocidas, destacando de esta época un fresco, fechado en 1478, que representa a san Sebastián, situado en la iglesia de Castel Cerqueto.
La fama del pintor llegó a tal extremo que en 1481, le encargaron realizar una serie de frescos para laCapilla Sixtina del Vaticano, entre los que se encuentra Cristo entregando las llaves a San Pedro. En 1486 se instala en Florencia, ciudad en la que residió hasta el año 1499, aunque viaja frecuentemente Perugia, y a Roma. En 1493 pinta La Virgen con santos y ángeles (Museo del Louvre, París), y en 1495,La Pietà (palacio Pitti, Florencia).
La entrada de Rafael en su taller hacia 1496 supuso para Perugino un aliciente para trabajar más intensamente. Entre 1499 y 1500 decora la sala de audiencias del Colegio del Cambio de Perugia con enormes frescos de temas alegóricos y sacros. Destaca así mismo un retablo pintado entre 1512 y 1517 para la iglesia de San Agustín de Perugia. Otras obras importantes son: Los esponsales de la Virgen (c. 1503-1504, museo Bellas Artes, Caen, Francia), La Virgen entre san Jerónimo y san Francisco (1507, National Gallery, Londres) o el fresco La adoración de los pastores (1523, National Gallery). Su estilo seguro, con amplias figuras insertadas con perfección en el paisaje supone un avance de lo que se pintará más tarde en el Cinquecento. Perugino falleció en Fontignano en 1523.
Obras
Entrega de las llaves a San Pedro
La fama de Perugino se eleva hasta ser requerido en Roma durante el año 1481 por el papa Sixto IV para trabajar en la decoración de las paredes de la Capilla Sixtina, en compañía de Botticelli, Cosimo Rosselli, Ghirlandaio o Pinturicchio. Pietro ejecutará una de sus obras maestras, en la que la perspectiva alcanza el grado máximo: la entrega de las llaves a san Pedro que aquí contemplamos. Las figuras se enmarcan en una amplia plaza de perspectiva interminable presidida por un edificio de planta centralizada con una cúpula típicamente renacentista y, a cada lado, un arco de triunfo como referencia a la Antigüedad. La plaza está embaldosada, creándose diversas líneas de fuga, y poblada de personajes de inferior tamaño para provocar un mayor efecto de profundidad. Los árboles típicos de Umbría cierran el escenario junto a unas montañas decrecientes. En primer plano encontramos a Cristo haciendo la entrega de las llaves de la Iglesia a san Pedro, aportando un elemento simbólico de evidente interés para el papa al reforzar el poder y la autoridad del Vicario de Cristo, en unos momentos de cierta presión política tanto interior como exterior. Las figuras expresan ese aspecto elegante y blando que caracteriza la obra de Pietro, destacando el empleo de un brillante color y una iluminación acertada.
Martirio de San Sebatian
Martirio de san Sebastián, 1505, pintura al fresco, Perugino (Panicale, iglesia de San Sebastiano)
San Sebastián se convirtió rápidamente en un prototipo ideal para los encargos relacionados con la devoción privada. Fue reproducido varias veces solo, y luego con la variante del brazo levantado en el fragmento del cuadro que se encuentra en San Petersburgo y en otras dos obras (Museo del Louvre y Londres en la British Library). Las referencias estilísticas a las obras de Pollaiuolo y Verrocchio forman parte de un lenguaje personal más maduro.
Piero della Francesca
Piero di Benedetto; Borgo San Sepolcro, actual Italia, h. 1416 - id., 1491) Pintor italiano. Por su profundo conocimiento de la pintura florentina, se cree que pasó una larga temporada en Florencia, pero su presencia en dicha ciudad sólo está documentada en 1439, cuando colaboraba con Domenico Veneziano en los frescos (perdidos) de San Egidio. Su aprendizaje florentino parece indudable en obras como el Bautismo de Cristo, deudoras del vigoroso planteamiento plástico de Masaccio, del riguroso orden compositivo de Fra Angélico o de la luminosidad de las gamas cromáticas de Domenico Veneziano.
Después de realizar otros frescos, hoy perdidos, hacia 1452 Piero della Francesca empezó a trabajar en el coro de San Francesco de Arezzo, donde dejó un magnífico ciclo sobre la Leyenda de la Vera Cruz. Esta obra, que es considerada la más sobresaliente de toda su producción, está basada en una leyenda medieval muy compleja, y plasmada con grandiosidad y solemnidad, mediante un perfecto estudio de las proporciones, de tal forma que naturaleza, arquitectura y personajes se entrelazan y relacionan con una armonía y un equilibrio perfectos.
Al acabar esta obra (1465), Piero fue llamado a la corte humanista de Federico de Montefeltro, en Urbino, donde permaneció casi hasta el final de sus días. Allí pintó el famoso Díptico de Urbino, con los retratos y los «triunfos» de Federico y su esposa, una de las obras más notables del Quattrocento italiano; la enigmática Flagelación, de la que se han hecho numerosas interpretaciones; y la Virgen de Senigallia, notable por su avanzado naturalismo.
Tras La Virgen y el Niño con Federico de Montefeltro (h. 1475) y la inacabada Natividad, Piero dejó la pintura, quizá porque se estaba quedando ciego. A partir de este momento se dedicó al estudio de las matemáticas y la perspectiva, y escribió tratados sobre ambas materias. Después de su muerte, su obra cayó en un completo olvido, y hasta el siglo XX no se produjo una auténtica revalorización de su figura.
Obras
El bautismo de Cristo
El bautismo de Cristo es uno de los cuadros más conocidos del pintor italiano Piero della Francesca. Está realizado al temple sobre tabla. Mide 167 cm de alto y 116 cm de ancho. Se calcula que se realizó en torno al año 1450, encontrándose actualmente en la National Gallery de Londres, Reino Unido.
Su datación es controvertida, hasta el punto de que algunos la consideran la primera obra de Piero. Algunos elementos iconográficos, como la presencia de dignatarios bizantinos en el fondo, hacen que se sitúe la obra en torno a 1439, año del Concilio de Basilea-Ferrara-Florencia en el que se reunificaron efímeramente las iglesias de Occidente y Oriente. Otros datan la obra más tarde, en torno al 1460.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario